El cortesano (fragmento)Baldassare Castiglione
El cortesano (fragmento)

"Vosotros sois testigos de lo que por su misma boca confiesa haber hecho el cura, porque yo entiendo de acusarle ante el Obispo. Mucho sirven también, así á los dichos graciosos para picar como á los graves para alabar, las metáforas ó translaciones conformes, en especial si son respuestas, y si el que responde se tiene todavía en la misma translación dicha por el otro que le habla. Por esta arte fue la respuesta que se dio á micer Palla de Strozzi, el cual siendo echado de Florencia, y estando siempre puesto en sacar de donde quiera alguna ocasión para derrocar á Cosme de Mèdici, su adversario, y queriéndoselo dar á entender, envió allá un criado suyo, v díxole. Mira, dirás de mi parte á Cosme de Mèdici que la gallina está sobre los huevos. Dado este mensaje por el mensajero, le respondió Cosme de Medici. Y tú de mi parte dirás á micer Palla que estando las gallinas fuera del nido, mal pueden estar sobre los huevos. Con una metáfora alabó también micer Camillo Porcaro muy gentilmente á micer Antonio Colonna, el cual sabiendo que micer Camillo en un razonamiento suyo había alabado á algunos señores italianos famosos en las armas, y entre ellos había hecho mención del, honrándole no menos que á los otros, después de habérselo agradecido mucho le dijo. Vos, micer Camillo, habéis hecho conmigo lo que con sus dineros suelen hacer algunos mercaderes, los cuales, cuando se hallan algún ducado falso, por pasarle le ponen á vueltas de otros muchos buenos, y con esto tienen remedio para poder gas-talle. Respondió entonces micer Camillo: Los que hacen ducados falsos, suelen dorallos también, que á la vista parecen muy mejores que los buenos; por eso si en los hombres fuese esto, como en los ducados, se podría entonces sospechar que vos érades falso, porque parecéis mejor que los otros. Veis aquí cómo este fundamento es común á entrambas maneras de dichos, y así se hallarían muchos otros, de los cuales se podrían dar infinitos ejemplos, en especial en cosas de seso: como aquello que dijo el Gran Capitán, el cual un día, estando comiendo, y siendo ya la mesa tan llena que apenas podían caber más, vio que habían quedado en pié dos caballeros italianos, los cuales habían servido muy bien en la guerra, y, en viéndolos, se levantó luego, y hizo levantar á todos para que les hiciesen lugar, y dijo: Dexá asentar á comer esos dos caballeros, que, sino por ellos, nosotros no teníamos agora qué comer. Dijo también á Diego García, el cual le aconsejaba que se quitase de un lugar peligroso donde daba la artillería: Pues Dios no ha puesto miedo en vuestro corazón, no curéis vos agora de ponelle en el mío. Y el rey Luis que hoy en día es rey de Francia, siéndole dicho poco después que fue rey, que entonces era tiempo de castigar sus enemigos que le habían ofendido mientras era Duque de Orleans, respondió, que no tocaba al Rey de Francia vengar las injurias hechas al Duque de Orleans. Puede también el hombre morder de buen arte con una cierta gravedad sin mover risa: como cuando dijo Gein Ottomani, hermano del Gran Turco, siendo prisionero en Roma, que el justar le parecía mucho para burlas y poco para veras. Y el mismo, oyendo que el rey don Hernando menor tenía la persona muy suelta para toda cosa, y que corría muy bien y saltaba y volteaba, y era hábil en semejantes ejercicios, dijo que en su tierra los esclavos hacían todo aquello; pero que los señores desde niños no aprendían sino de ser francos, y que esto era su ejercicio, y destose preciaban. Casi por esta arte fue (aunque algo más para hacer reír) lo que dijo el Arzobispo de Florencia al Cardenal Alejandrino; que los hombres no tenían sino hacienda y cuerpo y alma; que la hacienda estaba puesta en trabajo por culpa de los letrados, y el cuerpo por la de los médicos, y el alma por la de los teólogos.
Respondió aquí el magnífico Julián. A esto se pudiera añadir lo que decía Nicoleto, que muy pocas veces se hallaba letrado que pleitease, ni médico que tomase medicina, ni teólogo que fuese buen cristiano. "



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