Cántico espiritual (fragmento) "Gocémonos, Amado, y vámonos a ver en tu hermosura al monte y al collado, do mana el agua pura; entremos más adentro en la espesura. Y luego a las subidas cavernas de la piedra nos iremos que están bien escondidas, y allí nos entraremos, y el mosto de granadas gustaremos. Allí me mostrarías aquello que mi alma pretendía, y luego me darías allí tú, vida mía, aquello que me diste el otro día. El aspirar el aire, el canto de la dulce filomena, el soto y su donaire en la noche serena, con llama que consume y no da pena. Que nadie lo miraba, Aminadab tampoco aparecía y el cerco sosegaba, y la caballería a vista de las aguas descendía. " epdlp.com |