Cecilia Valdés (fragmento)Cirilo Villaverde
Cecilia Valdés (fragmento)

"Sin más se desprendió él de sus brazos y salió a la calle. Cecilia, a poco, con el pelo desmadejado y el traje suelto, corrió a la puerta y gritó de nuevo: -¡José! ¡José Dolores! ¡A ella, a él no!
Inútil advertencia. El músico ya había doblado la esquina de la calle de las Damas.
Ardían numerosos cirios y bujías en el altar mayor de la Iglesia del Santo Ángel Custodio. Algunas personas se veían de pie, apoyadas en el pretil de la ancha meseta en que terminan las dos escalinatas de piedra. Por la mira de la calle Compostela subía un grupo numeroso de señoras y caballeros cuyos carruajes quedaban abajo. Ponían lo novios el pie en el último escalón, cuando un hombre que venía por la parte contraria, con el sombrero calado hasta las orejas, cruzó la meseta en sentido diagonal y tropezó con Leonardo, en el esfuerzo de ganar antes que este el costado sur de la Iglesia, por donde al fin desapareció. Llevóse el joven la mano al lado izquierdo, dio un gemido sordo, quiso apoyarse en el brazo de Isabel, rodó y cayó a sus pies, salpicándole de sangre el brillante traje de seda blanco. Rozándole el brazo a la altura de la tetilla, le entró la punta del cuchillo camino derecho al corazón. "



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