El Jesucristo Maori "Vi al Jesucristo maori Caminando por el puerto de Wellington Llevaba pantalones azules de algodón Sus cabellos y su barba eran largos Su aliento era de mejillones y pararoas Cuando sonreía era como el amanecer Cuando soltaba un flato los pececillos se asustaban Cuando fruncía el ceño la tierra se sacudía Cuando reía todos se emborrachaban. El Jesucristo maori pasó a tierra firme Y eligió a los doce apóstoles Uno aseaba los servicios de la estación de tren Tenía las manos rojas de frotarlas Tratando de sacarse la mierda de los poros. Otro era una prostituta que iba gratis Otra era un ama de casa que se olvidó la píldora Y que echo el televisor a la basura Otro era un pequeño oficinista Que quiso prenderles fuego a las oficinas del Gobierno Sí, y había algunos otros Otro era una triste y vieja mujerzuela Otro era un cura borracho que se volvía Lentamente loco en una parroquia respetable. El Jesucristo maori dijo,-hombre, De hoy en adelante va a brillar el sol. No obró ningún milagro; Se puso en el suelo a tocar la guitarra. Al primer día lo detuvieron Por no tener medios visibles de mantención Al segundo día lo golpeó la policía Por decirle a un detective que su casa no estaba en orden Al tercer día lo acusaron de ser maorí Y lo condenaron a Monte Crawford por un mes Al cuarto día lo mandaron a Porirua Por haberle dicho al guardia que el sol dejaría de salir. El quinto día duró siete años Los que trabajó en la lavandería del asilo Al sexto día le dijo al jefe médico Soy La luz en el Vacío Soy quien soy. Al séptimo día lo lobotomizaron Partiendo en dos la mente del Señor. Al octavo día no salió el sol Ni salió al día siguiente El Señor no estaba ni vivo ni muerto La oscuridad del Vacío montañoso, profundo, oscuridad civilizada Se posó sobre la tierra de allí en adelante. " epdlp.com |