Soñar no cuesta nada "Siempre miraba en la puerta en el suelo a la entrada por si había algún papelito por si se te había ocurrido pasar por si habías sentido la necesidad de pasar y siempre que volvía de Viña tenía el sueño de encontrarte ahí sentada en la puerta sentada en la escalera y siempre te saludaba y así me aliviaba, en una ínfima medida me aliviaba. también cuando los perros ladraban mucho pensaba que eras tú que podías ser tú porque así le ladran los perros a las personas que no conocen y el viento en las ramas del damasco y en las hojas y el viento en las plantas también eras tú también podías ser tú y los perritos que vienen a pedir cáscaras de queso también podías ser tú pero nunca fuiste tú nunca en ninguno de estos casos fuiste tú siempre fue el viento y los perritos y los pasos de otras personas y los ladridos para otras personas y ya no te confundo con los pies de los perritos y ya no te confundo con el viento entre las ramas y ya no te confundo con el viento entre las hojas y ya no te confundo con el viento entre las plantas y ya no te confundo conmigo y ya no me confundo contigo y ya no nos confundo a los dos. " epdlp.com |