A la defensa de Orán "Dame segunda vez, Euterpe amiga, bien templada la lira y nuevo aliento, que alcance a referir nuevas hazañas: ya de Orán y de Ceuta las campañas ofrecen otra vez alto argumento que a renovar aplausos nos obliga. El África enemiga ya produce otras palmas y laureles para adornar del vencedor la frente. Tú, diurna Piéride, consiente que del furor sagrado con que sueles grandes héroes cantar, y sus renombres, a pesar del olvido, entre los hombres, inmortales hacer, pida hoy no poco: es justa la razón por que te invoco. Como la generosa águila altiva, sobre las vagas aves hecha reina, y que sirve al Tonante al pronto rayo, si de su arrojo en el primer ensayo culebra arrebató que escamas peina, y erguida la cerviz su furia aviva, en vano ya cautiva, de la garra feroz, silba y forceja, que el ave, uñas y pico, ensangrentada, no suelta más la presa, y remontada por la región suprema, el vuelo aleja, hasta que el monstruo al fiero orgullo abate; y destrozado en desigual combate, palpitando algún miembro, en tierra yace; lo demás en el aire su hambre pace; así la osada juventud de España contra el moro obstinado ahora defiende las conquistas debidas a su brío. En vano el ya perdido señorío la descendencia de Ismael pretende recobrar con la fuerza o con la maña. Verase la campaña de Marruecos, de Argel y Terudante de púrpura teñida y ríos rojos; revolcarán los bárbaros despojos al mar de Mediodía y al de Atlante, destinados juguete al Euro y Noto, cuando después sulcase algún piloto las playas hasta donde fue Cartago, conocerá en los huesos el estrago. Es difícil empresa al enemigo la firmeza vencer de tales pechos, que honra sólo, valor y fe respiran. Ya vulgares ejemplos no se admiran, ya del brazo español no salen hechos sin conducir la heroicidad consigo. Del infeliz Rodrigo no dura más el ocio y muelle trato: entre noble vergüenza y rabia lucha cualquiera de nosotros cuando escucha el nombre pronunciar de Mauregato. Ya en defender circunvalado muro con varia muerte es del ibero duro propio, innato el tesón, del cual arguyo que sería obstinado, a no ser suyo. ¡Oh Cantabria feroz! ¡Oh de Sagunto inflexible valor! ¡Oh gran Numancia, cuyas pérdidas hoy son nuestra gloria! Siempre que se renueva la victoria de nuestra heroica, indómita constancia, falta voz a la fama en tal asunto. Cuando el extremo punto llegó del hado, el fiero numantino al fuego se arrojó de rogos varios, dejando admiración a los contrarios; trofeos no; que el vencedor latino, cuyo valor no en vano se eterniza sólo pudo triunfar de la ceniza: no haga otra gente de constancia alarde, que a esto no llegó nunca, o llegó tarde. Nace del fuerte el fuerte, y de la interna virtud del padre toma el becerrillo que en las dehesas de Jarama pace. ¿Acaso alguno vio jamás que nace del águila feroz triste cuclillo, nocturno búho o palomita tierna? Como en cadena eterna se eslabona el valor, y la prudencia se infunde al español de sus pasados. De aquellos ascendientes celebrados esta nació valiente descendencia, de quien ahora tiembla el mauritano; después vendrán, y no lo espero en vano, emulándose en glorias y en efetos, los hijos de los hijos y los nietos. Canción, si yo pudiese, bien querría hacer de modo que tu voz oyese la zona ardiente, la templada y fría; y que en tus alas fuese la fama de mi patria y sus trofeos a los pueblos del Indo, a los sabeos, a los de Arauco, Taura, Ida, Erimanto. Pero no son tus alas para tanto. " epdlp.com |