Última vigilia "Qué oscuras son tus sienes, tus manos, qué pesadas. ¿Tan lejos ya de mí que no me escuchas? Bajo las llamaradas de la luz estás tan triste y tan envejecida. Tus labios cruelmente crispados en eterna rigidez. Mañana será ya todo silencio, y quizá esté en el aire todavía el crujir de las coronas, y un olor a podrido. Pero las noches cada año se vacían aún más. Aquí, donde yacía tu cabeza y ligera fue siempre tu respiración. " epdlp.com |