Despedidas "Adiós, Bristol, inmunda ciudad de ladrillos. Amantes de la riqueza, adoradores del engaño, Rechazaron a puntapiés al niño que divulgó Viejas acusaciones, Y que por aprender pagó con una fama vacía. Adiós, Gobernador, sigue tragando idiotas Con tus eternas armas de corrupción. Me voy donde soplan himnos celestiales, Pero tú, cuando mueras, te hundirás en el infierno. Hasta siempre, Madre: acaba, por fin, mi alma Angustiada. No permitas que me equivoque. Ten misericordia, Cielo, cuando deje de vivir. Y perdonen este último acto de miseria. " epdlp.com |