Los niños de los cuidadores de elefantes (fragmento)Peter Høeg
Los niños de los cuidadores de elefantes (fragmento)

"La guardería había recibido unos enormes barriles de madera de la fábrica de cerveza de Finø que habían tumbado y afianzado en el suelo. Les habían practicado pequeña spuertas y ventanas para que los usáramos como casitas de juguete. En el interior de uno de esos barriles le pregunté a Conny si estaba dispuesta a quitarse la ropa delante de mí.
Ahora tal vez dirás que cómo conseguí reunir el coraje para hacerlo, yo, que parezco demasiado cortado para siquiera preguntar el camino a la panadería, y tengo que admitir que realmente se trata de una de esas veces en que me he sorprendido a mí mismo.
Sin embargo, si alguna vez te encuentras con Conny entenderás que hay mujeres capaces de sacar lo mejor de un hombre, aunque apenas acaben de cumplir los seis años. No me contestó. Simplemente comenzó a desvestirse lentamente. Y cuando estuvo desnuda, alzó los brazos y empezó a girar lentamente delante de mí. Pude ver el fino vello que cubría su piel; el tonel era como un barco o una iglesia, y estaba el olor a toda la cerveza de que se había impregnado la madera durante un siglo. Y me di cuenta de que lo que ocurría entre Conny y yo tenía algo que ver con el resto del mundo.
El último momento especial fue el más apacible. Soy pequeño, tengo tal vez tres años porque acaba de llegar a casa Basker III, que se ha subido a la cama de papá y mamá, donde he dormido. Desde allí me deslizo al suelo y abro las puertas dobles de un empujón y salgo al jardín. Creo que es a principios de otoño, el sol está bajo y la hierba helada y me quema la planta de los pies. Entre los árboles hay grandes telarañas, de sus hilos cuelgan gotas de rocío, un millón de diminutos diamantes que se reflejan entre sí. Es muy temprano y la mañana es fresca y nueva e imposible de imitar, como si nunca hubiera existido una mañana antes de ésta, y tampoco hace falta una copia, porque ésta es eterna.
En este momento el mundo es absolutamente perfecto. No hay nada que falte por hacer, y tampoco nadie para hacerlo, porque no hay seres humanos, ni siquiera yo. La felicidad lo colma todo. Y es muy breve, y de pronto se acaba. "



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