Hurtar la feminidad "Viejas cicatrices vagan por el musculoso cuerpo como islas en el mar, lancé mi hechizo y el cabello quedó atrapado bajo una roca alrededor que aúlla a la puesta del sol, los párpados se cierran como las puertas de una fortaleza, como runas que descifran los sueños cautivos. Ha llegado el momento de que el mundo se resquebraje, cuando la savia corre por el abedul y cae lentamente a piezas. Ha llegado el momento de frotar las caderas contra su propia sombra, sentir las hojas que caen detrás de las colinas. Ha llegado el momento de abrir las puertas de corazón y de que sus losas no quemen. Cuando morimos vamos a la tierra de los muertos, después de un largo invierno, donde es un poco doloroso caminar sin zapatos entre las fauces de la mañana bañadas por el rocío. " epdlp.com |