Vicente Aleixandre "Muérdete tus entrañas de violeta y las auroras recién nacidas olvidarán sus nombres. Recordarán el tuyo, ancho como el desierto y profundo como la nada. Arráncate los lirios que te brotan en el cerebro cuando las insomnes horas galopan estremecidas por el alma. Arráncalos. Lánzalos como flechas ardientes a las criaturas ateridas que tiritan bajo las cavernas de la noche. Lánzales las purpúreas rosas de tus sienes, las rosas de tu corazón, las de tus manos y las de tu amada. No escondas en tu pecho los amorosos huracanes, cuando todas las voces engarfiadas las manos – mármoles ya sin venas– te miran suplicantes, hondo mar, ancho río de lirios. No tengas escondidos en tus labios los millones de ruiseñores, los cientos de calandrias y violines que están gritando juntos la más tierna canción de nuestros tiempos. Suéltate ya la sangre de las enamoradas venas, desgárrate tu frente de jazmines, los cristales de tus ojos – claros cielos de días – las noches de tus noches, las plumas de tus alas. Conviértete, por fin, en lluvia, en río, en mar, en mundo, en madre y niño, en flor enamorada, en suave leopardo o en claridad de estrella. " epdlp.com |