Sobre la legión de honor, de Mi corazón al desnudoCharles Baudelaire
Sobre la legión de honor, de Mi corazón al desnudo

"El que pide esa medalla parece decir: “Si no se me conde-cora por haber cumplido con mi deber, no lo volveré a
cumplir”.
Si un hombre tiene mérito, ¿por qué condecorarlo? Si no lo
tiene, se le puede condecorar, ya que eso le dará lustre.
Aceptar una condecoración, es reconocer al Estado o al
príncipe el derecho de juzgaros, de haceros ilustres, etc.
Por otra parte, si no es el orgullo, es la humildad cristiana
quien prohíbe la condecoración.
Cálculo en favor de Dios.
Nada existe sin un fin.
Por lo tanto, mi existencia tiene un fin.
¿Qué fin?
Lo ignoro.
No soy yo quien lo ha delimitado. Ha sido alguien más
sabio que yo.
Hay, pues, que rogar a ese alguien que me ilumine. Es la
postura más inteligente.
El dandi debe aspirar a ser sublime, sin interrupción. Debe
vivir y dormir ante un espejo. "



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