Buenos presagios (fragmento) "Dios no juega a los dados con el universo; juega a un juego inefable de invención propia, que se podría comparar, desde la perspectiva de cualquiera de los jugadores, a verse envuelto en una versión oscura y compleja del póquer en una sala a media luz, con cartas en blanco, apuestas infinitas y un tío que reparte sin explicar las reglas y que no para de sonreír. " epdlp.com |