Ya somos un poco suecos (fragmento)Isaac Rosa
Ya somos un poco suecos (fragmento)

"Si los países nórdicos siempre han sido un modelo de desarrollo y bienestar, hay que celebrar que Rajoy se proponga invertir el mapa de Europa y convertir la Península Ibérica en parte de Escandinavia. Para empezar, ya tenemos impuestos nórdicos, gracias al subidón del viernes. No se nos ve más rubios ni más altos, ni nuestro Estado de Bienestar se ha vuelto sueco de repente, pero hemos subido varios puestos en la clasificación del IRPF, adelantando a Dinamarca y a poca distancia de la campeona Suecia. Por algún lado se empieza a ser sueco.
Ya he dicho alguna vez que no me importa pagar impuestos, ni que me los suban. No es que pague con placer, pero no siento ese horror fiscal tan extendido. En parte se lo debo a un profesor que en el bachillerato se dedicaba a adoctrinarnos en ideas peligrosas dos décadas antes de Educación para la Ciudadanía. De tapadillo, mientras nos enseñaba geografía, nos inculcaba valores democráticos, y nos explicaba que los impuestos eran necesarios para pagar carreteras, hospitales y todo el bienestar que disfrutábamos, y usaba a los nórdicos como ejemplo.
Por eso no estoy en contra de subir los impuestos, no por principio. El problema es que este subidón no trae carreteras ni hospitales ni bienestar, sino al contrario: menos bienestar, por el recorte presupuestario. Es decir, impuestos suecos pero a cambio de un Estado de Bienestar griego.
Y no sólo no nos ofrecen una Suecia ibérica. La subida (y habrá más, pronto el IVA) no trae ni bienestar, ni crecimiento, ni siquiera salir de la crisis, sino sólo cumplir el déficit, y ni eso es seguro. A cambio de más impuestos habrá menos recursos, más paro, recesión, y reformas “agresivas”. Y aún faltan los recortes en las Autonomías.
Por no hablar del carácter poco progresivo de una reforma presentada como progresiva. En eso tampoco somos muy suecos: aquí el esfuerzo recaerá en los trabajadores, la clase media, pues ya sabemos que en este país hay muy pocos ricos, gracias a ese milagro por el que a partir de cierto nivel de ingresos las personas físicas se convierten en jurídicas. "



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