Carta de amor (fragmento)Dino Buzzati
Carta de amor (fragmento)

"He regresado finalmente, tesoro, y ahora espero que me alcances. En tu última carta, que recibí hace un mes, decías, precisamente, que no podías vivir sin mí. Te creo porque mi sentir es el mismo. ¿No es como una atracción fatal, casi un castigo? En general, entre hombre y mujer sólo uno de los dos se enamora. El otro, o la otra, acepta o soporta. En nuestro caso, maravillosamente, la pasión es igual en ambos. Los dos locos, lo cual es hermoso, pero también asusta. Somos como dos hojas furiosamente empujadas la una hacia la otra por vientos opuestos. ¿Qué sucederá cuando se encuentren? Esta carta tardará 48 horas en alcanzarte. Desde hace meses, lo sé, estás lista para partir, tienes las maletas hechas, te has despedido ya de los amigos. Para llegar aquí necesitarás un par de días. Supongamos que partes el sábado. Tras cuatro días, esto es el lunes, al despuntar el alba, te espero. ¿Cómo será nuestra vida? En estos años de lejanía he meditado continuamente sobre nuestra futura existencia en común.
Pero no conseguía nunca representarme con claridad las cosas. Cada vez, para turbar el trabajo de la imaginación, irrumpía el salvaje deseo de ti. Hoy, aprovechando un insólito momento de calma, siento sin embargo la necesidad de plantearte ciertas cosas. No es que haya necesidad de persuadirte. ¡Ay de nosotros si hubiese aún, en ti o en mí, una sombra de duda! Pero, releyendo estas páginas, pienso que durante el viaje podrás medir y saborear, una vez más, lo oportuno de ti y de mi irrevocable decisión. Quisiera, por lo tanto, antes de que sea demasiado tarde, considerar nuestras respectivas cualidades y defectos, situaciones, gustos, costumbres y deseos, los cuales constituyen (¿lo has notado?) una afortunada coincidencia como pocas veces se dan. Para empezar, la posición social. Tú, maestra de francés de enseñanza media; yo, productor de vino. Yo, operador económico, como se acostumbra decir, y tú, intelectual.
Difícilmente, por suerte, podremos entendernos a fondo, siempre habrá una barrera, una cortina de separación que la buena voluntad, de una y otra parte, no podrá nunca superar. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com