Historia de la filosofía (fragmento) "El lugar mismo escogido por Epicuro para su Escuela es la expresión de la novedad revolucionaria de su pensamiento: no una palestra, símbolo de la Grecia clásica, sino un edificio (mejor, un huerto) en los suburbios de Atenas. El Jardín estaba lejano del bullicio de la vida pública ciudadana y cercano al silencio de la campiña, silencio y campiña que nada decían a los filósofos clásicos, pero que para la nueva sensibilidad helenística eran de gran importancia. De ahí el nombre de "Jardín" (que en griego se dice képos) que pasó a indicar a la Escuela y las expresiones "aquellos del Jardín", "los filósofos del Jardín" llegaron a ser sinónimas de seguidores de Epicuro, Epicúreos. De la riquísima producción de Epicuro nos han llegado enteras las Cartas, dirigidas a Herodoto, Pitocles, Meneceo (que son tratados sintéticos), dos colecciones de Máximas y varios fragmentos. La palabra que llegaba del Jardín puede resumirse en pocas proposiciones generales: a) la realidad es perfectamente penetrable y cognoscible por la inteligencia del hombre; b) en las dimensiones de lo real, hay espacio para la felicidad del hombre; c) la felicidad es ausencia de dolor y perturbación; d) para alcanzar esta felicidad y esta paz, el hombre tiene necesidad sólo de sí mismo; e) no les sirve, por lo tanto, la Ciudad, las instituciones, la nobleza, las riquezas, todas las cosas y menos aún los dioses: el hombre es perfectamente autárquico. " epdlp.com |