El misterio del ataúd griego (fragmento) "Velie salió a escape y el inspector se acomodó a la expectativa en su sillón giratorio. El sargento regresó al momento con el propietario del speakeasy, a quien el inspector ordenó silencio mientras Velie desaparecía por otra puerta, retornando a poco con una mujer y un hombre. Ambos penetraron en el despacho vacilantes. La mujer era una verdadera Brünnehilde, alta, rubia y amazónica. El hombre parecía su adecuado compañero: un gigante imponente, en la cuarentena, con una narizota irlandesa y duros ojos negros. - Mrs. y Mr. Jeremiah Odell, inspector - anunció Velie. El policía indicó sillas y ambos se sentaron rígidamente. El anciano comenzó a revolver entre algunos papeles de su escritorio, exhibición ésta puramente mecánica destinada a surtir sus efectos. La singular pareja pareció sentirse convenientemente impresionada y sus ojos cesaron de girar por toda la habitación para concentrarse en las delgadas manos del anciano policía. - Bien, Mrs. Odell - comenzó el inspector -, le suplico no amedrentarse, que este interrogatorio no es más que pura formalidad... ¿Conoce usted a Albert Grimshaw? -¿Eh? ¿Cómo? ¿Se refiere usted al individuo estrangulado en el ataúd de... de...? -preguntó con voz ronca. -Sí... ¿Le conocía usted? -Yo... No... ¡No!... Sólo por los diarios, señor inspector. -Ya, ya -el policía se volvió hacia Barney Schick, sentado inmóvil al otro lado del despacho-. Barney, ¿reconoce usted a esta señora? Los Odell se volvieron con precipitación, y la mujer lanzó una exclamación estrangulada. La mano velluda de su esposo oprimió su brazo y la amazona recobró su compostura mediante un intenso esfuerzo sobre sí misma. -Seguro que la conozco -respondió el tabernero, cuya frente estaba perlada de transpiración. -¿En dónde la vio por última vez? -En mi local de la calle 45, señor, una semana atrás... o casi dos semanas... Creo que fue en la noche del... del miércoles. " epdlp.com |