El diario del Reverendo Francis Kilvert (fragmento)William Plomer
El diario del Reverendo Francis Kilvert (fragmento)

"Sábado, 26 de marzo.
Un día delicioso en la colina de Clyro. Un día soleado y templado sobra la protectora orilla y los bosques de Wern Vawr, muy agradable para caminar a lo largo de la carretera hasta la antigua granja de prominente y elevado porche. Había un revuelo en la casa y en el patio. Habían sacrificado a una oronda vaca y todos estaban pendientes de este tema. Entre ellos, por supuesto, el viejo Jones y su esposa, atareados en cortar en canal al animal. Un hombre iba desde el establo hasta la casa con grandes piezas de carne, una vez que las habían pesado en la gran balanza que colgaba de la puerta del granero. En la casa, la Sra Jones y una de sus hijas se dedicaban en la cocina a salar las piezas y guardarlas en la despensa. Cerca del fuego estaba sentada una mujer joven que ocultaba su rostro y que no se levantó. Tenía un bebé tumbado en su regazo.
Decidí explorar la vía que corre paralela al arroyo y se remonta hacia Painscastle con la intención de llegar hasta el antiguo molino de Rhos Goch. Había una gran cantidad de agua y de repente ante mí surgió la charca del pintoresco molino con su gran rueda emergente. Crucé una de las corrientes por un puente de alerce talado a través del agua y llegué frente al acogedor y pintoresco molino cuya alta chimenea estaba totalmente recubierta de hiedra. Un hombre joven y de rostro agradable, tez fresca y vestido como un molinero estaba jugando con una niña ante la puerta. Dijo que su nombre era Powell, su padre había muerto y él había pasado a encargarse del negocio y en tono muy cortés y educado me pidió que me acercara y me sentase. Así que éste era el lugar del que Hannah Whitney hablaba con tanta frecuencia, el lugar donde el viejo molinero durmiente solía contemplar por las noches los bailes de las hadas en el suelo del molino. "



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