Canto en honor de Santa Cecilia (fragmento) "La Música divina ¿Qué pasión no despierta y no domina? Cuando Jubal glorioso El arpa de canoras cuerdas hizo, En torno sus hermanos le escucharon, Y hasta el polvo las frentes inclinaron Reverenciando el soberano hechizo. Que no menos que un dios imaginaron Guardase aquel portento Que les hablaba con tan dulce aliento. La Música divina ¿Qué pasión no despierta y no domina? Manda bélica trompa Que ya la lid se rompa, Y la cólera aviva, y la batalla Cual tempestad estalla. El redoblar, el redoblar tremendo De roncos a tambores Anima á los porfiados lidiadores, ¡Adelante! ¡adelante! repitiendo. Dulcísima consuena La flauta gemidora Con la amorosa pena Del que tímido adora, Del que esperanzas llora. Violín sonoro expresa Ímpetus del que ama A desdeñosa dama; Los celos de que es presa, La rabia que le inflama. " epdlp.com |