Dios, mi brazo y mi derecho (fragmento) "RODRIGO: Pronto llegará Garcés, pues aquí nos dimos cita y poco tardará estando terminada la batida. FORTUÑO: Sancho Garcés no se rinde fácilmente a la fatiga; al javalí cierra el paso y sigue a la corza herida. RODRIGO: ¡Vive Dios! que es un mancebo de extremada valentía, y, si bien lanza un venablo, mejor una lanza enristra. Mozo de tanto provecho tener más tierras debía, más de algún tiempo a esta parte 15 están muy mal repartidas. Su padre Garcés Guevara, aunque de ilustre familia, se encuentra en desgracia desde que murió el rey don García. FORTUÑO: Cómo ha de ser, si don Gómez, a quien los cielos maldigan, a los que bien al rey muerto sirvieron, oprime y pisa. En los reinos de Sobrarve y Ribagorza domina, y sabe el diablo del modo que administraba la justicia. Ofrece siempre reunir concilio, para que elija 30 un sucesor el monarca que asesinó la morisma; y con livianos pretextos o con astucias indignas, de la augusta ceremonia no deja llegar el día. RODRIGO: Al fin hará nuestros brazos que de su intento desista; pues ¡vive Dios! que ya cansa su arrogante tiranía. Las águilas de estas sierras somos, y aves de rapiña seremos para arrancarle la corona que codicia. Busquen sucesor al rey. " epdlp.com |