Zeitoun (fragmento)Dave Eggers
Zeitoun (fragmento)

"Aisha salió a ayudarle y Kathy los observó a los dos, pensando en la relación de Zeitoun con las niñas. Costaba describirla. No era un padre amantísimo, pero sin embargo nunca ponía objeción a que le saltaran encima y le agarraran. Era estricto, claro, pero también lo bastante distraído para dejarles el espacio que necesitaban y lo bastante flexible para permitir que se aprovecharan de él cuando hacía falta. E incluso cuando estaba preocupado por algo, sus ojos verde-grisáceos, de largas pestañas, no dejaban que se trasluciera. Cuando se conocieron, como Zeitoun le llevaba trece años, al principio Kathy no contempló la posibilidad del matrimonio, pero aquellos ojos, que atrapaban la luz de aquella manera, la habían cautivado. Estaban llenos de sueños, pero también eran exigentes, con criterio: eran los ojos de un emprendedor. Zeitoun era capaz de ver un edificio ruinoso e imaginar no sólo en lo que podría convertirse, sino cuestiones prácticas como cuánto tiempo y dinero costaría arreglarlo.
Kathy se ajustó el hiyab delante de la ventana, escondiendo los pelos sueltos –era un tic nervioso– mientras veía a Zeitoun salir por el camino de entrada levantando una nube gris. Necesitaban una furgoneta nueva. La que tenían era una bestia blanca hecha pedazos, sufrida y fiable, llena de escaleras y maderas y tornillos y brochas sueltas que traqueteaban en su interior. En un lateral lucía el logotipo ubicuo, las palabras contratas y pinturas zeitoun junto a un rodillo apoyado al final de un arco iris. Era cursi, Kathy lo admitía, pero difícil de olvidar. En la ciudad todo el mundo lo conocía de haberlo visto en las paradas de autobús, los bancos y las vallas en los jardines; en Nueva Orleans era tan común como los robles o los helechos reales. Pero al principio no le pareció tan bien a todo el mundo.
Cuando Zeitoun lo diseñó, no tenía ni idea de que un cartel con un arco iris significaría algo para alguien, nada más allá de un despliegue de colores y tonos de entre los que los clientes podrían elegir. Pero Kathy y él pronto descubrieron las señales que estaban enviando. "



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