La pata del escarabajo (fragmento) "En apariencia él no le prestaba atención, limitándose a contemplar el agua. Yo podría haberlo encarcelado y luego dicho cualquier cosa para justificarlo. Pero, por otro lado, no estaba haciendo nada malo. Sé cuándo debo contenerme, limitarme a observar la forma de caminar de un hombre o si vacila cuando le preguntas qué está haciendo. Intenté ver lo que hacía con sus manos pero las tenía ocultas. No es que despertara mis sospechas, aunque me habría gustado ver si eran pequeñas y finas o bien si estaban enrojecidas y tenían los dedos romos. Él tampoco sospechaba de mí; no sabía hasta qué medida puedo escrutar a alguien. Viendo que no le importaría, encendí mi pipa. Me he topado con gente de todo tipo, algunos a los que tenía que guiar personalmente fuera de la ciudad, y una vez allí asegurarme de que seguían caminando hasta perderse de vista; a otros ni siquiera les daba la oportunidad de entrar en la ciudad. Y si detenía a una pareja, podía dejarlos ir, o no. Cuando van de dos en dos tienes que vigilarlos con especial atención. Sin embargo nunca había visto a alguien que se limitara a permanecer sentado en mitad del desierto. No estaba enfermo; de hecho parecía bastante más sano que la mayoría de la gente de por aquí. Muchos hombres se detienen en el río a beber, a refrescarse los pies, algunos cruzan al otro lado, y eso es todo. Aquél, pensé, tenía una fijación personal con el río. Y predije que eso le traería problemas. No había ningún árbol que le diera sombra. Podrías imaginarte a aquel hombre en una isla desierta –de hecho, empezaba a ver la orilla opuesta del río de ese modo-, alguien que hubiera sido abandonado allí o arrojado a la costa por las olas. " epdlp.com |