Viajes (fragmento) Marco Polo
Viajes (fragmento)

"Pasados los tres meses de residencia en la ciudad que os nombré, se va en el mes de marzo hacia Mediodía hasta el mar Océano, llevando consigo 10.000 halconeros y 5.000 entre gerifaltes y halcones peregrinos, halcones sagrados para cazar en el río. Y no los tiene sólo consigo, sino que los divide en grupos de 200, 100 y más; éstos apresan a los pájaros y los traen al gran señor. Mientras éste caza con su gerifalte, hay 10.000 hombres distribuidos de dos en dos, que se llaman «toscador», o sea buhoneros, que vigilan y guardan, y cada uno lleva su reclamo o señuelo a capirote para que cuando fuera menester pueda cobrar su halcón. Y cuando el señor suelta sus pájaros no ha menester que los siga, que ya están ahí sus hombres para recogerles y socorrerles si así lo necesitan.
Y todos los pájaros del Gran Khan tienen en las patas un escudete de oro pegado a los cascabeles, y también así acostumbran tenerlo los de los barones, en el cual dice el nombre del pájaro y el de su propietario. De modo que si se extravía puede ser devuelto a éste, y si no se encontrara el dueño hay un barón llamado «bularguci» que se encarga de hacerlo buscar a los guardas. Y cuando se extravía un caballo, una espada, un venablo o un pájaro, o cualquier cosa, se lo llevan a este oficial para que lo guarde hasta encontrar su dueño, y aquel que no se lo llevare inmediatamente es tenido por un ladrón y pueden prenderle. Así es que el que haya perdido un objeto acude a este barón, que se lo entrega al instante. Y éste se encuentra siempre muy a la vista con su pendón para que todos puedan acudir a él con presteza. De modo que nada se pierde que no sea restituido.
Si el Gran Khan caza cerca del mar Océano tiene mil ocasiones para apresar cuantos pájaros quiera, y no hay placer comparable a éste.
El Gran Khan va siempre encima de su elefante en un pabellón de caza forrado en su interior por brocatel de oro repujado y cubierto exteriormente de piel de león. Allí se custodian los mejores gerifaltes. Sale a la caza en un elefante, rodeado de los barones, y cuando éstos le señalan las grullas, hace que entreabran el techo de su pabellón y lanza los gerifaltes y azores. Y allí contempla con gran regocijo y satisfacción, tendido en su lecho, el espectáculo del gerifalte persiguiendo a las grullas. Y sus barones le dan escolta. Nadie en el mundo puede experimentar mayor deleite cual este señor cuando va de caza.
Hay otro paraje, llamado Cacciar Hodun, donde también posee uno de estos pabellones, y allí encuentra a sus amigas y a su numerosa corte, compuesta de 10.000 personas. Os describiré el tal pabellón: es tan amplio, que sus cámaras son capaces de contener 1.000 caballeros, y la puerta mira hacía Mediodía. Cerca de ésta hay otra hacia el Oeste, en donde mora el señor en persona. Allí es donde da audiencia a sus vasallos, y detrás de esta sala se halla aparejada la alhanía o alcoba. Todo alrededor hay otros pabellones que sirven para el séquito. Las tiendas son hechas de esta manera: en medio tienen tres columnas de madera olorosa, muy bien labrada; exteriormente están cubiertas con pieles leonadas, blancas, rojas y negras, también trabajadas, que ni el viento ni la lluvia las puede dañar. "



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