Un hombre en el alero o la síntesis de la historia (fragmento) "Amigo.- Tienes que decidirte y no te queda mucho tiempo; la guerra va a estallar. HOmbre.- No quiero guerra, eso es, no quiero guerra. Cura.- Nadie quiere, hijo, pero es necesaria. Amigo.- Nos van a atacar, no habrá otro remedio. Hombre.- Pero por qué demonios tengo que decidirme; odio la guerra, no quiero la guerra; yo quiero quedarme tranquilo, como estaba, odio la política, los políticos, la lucha, eso es, odio la lucha. Director.- ¿No será usted un afeminado pacifista? Hombre.- ¿Y aunque lo fuera, qué? Director.- No puede ser. Amigo.- No le des vueltas, decídete ya. HOmbre.- No y no, dejadme tranquilo. (El hombre sube y baja colgado de sus tirantes, cada vez que va a tocar el suelo, vuelve a subir.) Señora gorda.- Pareces un mono, guapito mío. Hombre.- Un intelectual ha dicho: hay que estar audessus de la melée, eso es. Señora gorda.- ¿Y eso qué quiere decir? Amigo.- Que hay que estar por encima de la lucha, una cosa así. Cura.- Pero es imposible, cada hombre cuenta. Compañero.- En eso estamos de acuerdo, ya ves. Hombre.- Por encima de todos, eso es. Amigo.- Hay momentos en que es imposible. Commpañero.- Sí, por muy intelectual que seas, por muy liberal que seas, no puedes permanecer aislado. Cura.- Desde luego que no, te lo pide Dios. Amigo.- Te lo pide justicia. Director.- Se lo pide el sentido común. Compañero.- Te lo pide la fraternidad. Señora gorda.- Te lo pide tu pichoncito. Margarita. Te lo pide tu nena. " epdlp.com |