La ciudad del sol (fragmento)Tommaso Campanella
La ciudad del sol (fragmento)

"El sacrificio se realiza de la manera siguiente: Hoh pregunta quién de entre los presentes desea ofrecerse a Dios en holocausto por sus conciudadanos. El más perfecto de entre ellos se ofrece espontáneamente. Entonces, después de realizar determinadas ceremonias y elevar preces al Señor, se le coloca sobre una tabla cuadrada, sujeta con cuatro fíbulas a cuatro cuerdas suspendidas de cuatro poleas colocadas en la bóveda pequeña, y todos ruegan al Dios misericordioso que acepte aquel sacrificio humano y voluntario, no involuntario y animal como hacen los gentiles. Luego Hoh manda tirar de las cuerdas. La víctima es elevada hasta el centro de la bóveda pequeña, en donde se entrega a las más fervientes oraciones. Los sacerdotes que habitan en sus alrededores le suministran por una ventana alimento en pequeña cantidad, hasta que la Ciudad queda purificada. La misma víctima ruega al Dios del cielo con oraciones y ayunos que acepte su espontáneo sacrificio. Finalmente, aplacada la cólera divina al cabo de veinte o treinta días, la víctima se hace sacerdote o (lo que acontece muy raras veces) es descolgado y desciende por el camino exterior de los sacerdotes. En lo futuro, este hombre goza de gran estimación y amor, por haber ofrecido espontáneamente su vida en bien de la patria. Pero Dios no desea la muerte de nadie y, por eso, nunca se le sacrifica. Los veinticuatro sacerdotes que habitan en la parte superior del templo, cantan salmos a Dios cuatro veces al día, a saber, a media noche, a medio día, por la mañana y por la tarde. Su misión es observar las estrellas, anotar en los astrolabios sus movimientos y conocer sus efectos e influencias en las cosas humanas. Conocen los cambios que en determinada fecha ha habido o tienen que ocurrir en cualquier región del mundo. Envían exploradores a comprobar si sus observaciones son justas y anotan sus predicciones, verdaderas y falsas, con el fin de poder llegar después de repetidas experiencias a predecir con exactitud el futuro. Ellos determinan el momento de la procreación, los días de la siembra, de la siega y de la vendimia; y son a manera de intérpretes, mediadores y lazo de unión entre Dios y los hombres. Generalmente, la persona de Hoh es elegida de entre ellos. Además escriben los hechos memorables y se dedican a la investigación científica. No bajan de sus habitaciones más que para comer y cenar, como los humores descienden de la cabeza al estómago y al hígado. Raras veces, y sólo a título de medicina, realizan la unión sexual. Hoh sube diariamente a sus moradas y delibera con ellos sobre todo lo que han descubierto e investigado en beneficio de la Ciudad y del mundo entero.
En la parte inferior del templo hay siempre orando delante del altar un hombre del pueblo quien de hora en hora es reemplazado por otro, a la manera como solemos hacerlo nosotros en la solemnidad de las Cuarenta Horas. Este modo de orar es denominado sacrificio perpetuo. Después de comer, los habitantes de la Ciudad del Sol dan gracias a Dios, haciéndose acompañar de la música. Luego cantan las gestas de los héroes cristianos, hebreos, gentiles y de los demás países. Esto les produce gran placer, pues no guardan odio a nadie. Bajo la dirección de su propio Rey, cada cual elige la mujer que más le agrada y en los atrios se realizan danzas honestas y elegantes. Las mujeres llevan pelo largo, trenzado y formando un moño que sobresale en la coronilla. Los hombres tienen una sola trenza, llevando cortados todos los demás cabellos alrededor; luego, un velo y encima una capucha redonda que sobresale algo de la cabeza. Los habitantes de la Ciudad del Sol cubren su cabeza con sombreros, cuando están en el campo; en casa, con boinas blancas, rojas o de otros varios colores según la profesión a que se dedica cada uno. Las de los magistrados son mayores y más elegantes. "



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