Un vasto y desierto paisaje (fragmento)Kjell Askildsen
Un vasto y desierto paisaje (fragmento)

"Al llegar a casa, encontré una nota debajo de la puerta. Era de mi hermano gemelo. Ponía con mala letra: «Supongo que estás en casa y no quieres abrir. He venido a felicitarte por tu cumpleaños, ya que nadie más lo hará. Al menos ahora sé dónde vives. Volveré. Johannes».
Me apresuré a entrar en casa, cerré con llave y puse la cadena de seguridad. Ese día ya no volví a salir, tenía miedo de que estuviera esperándome abajo, en el portal.
Pero al final resultó ser un buen día a pesar de todo. Tenía en casa una revista que sólo había leído a medias. Esa noche leí lo que me quedaba. Uno de los artículos trataba de un quásar recién descubierto. Se encuentra a 117 000 millones de kilómetros de distancia y su luz fue emitida hace 12 400 millones de años, es decir, casi 8 000 millones de años antes de que naciera nuestro sistema solar, y mucho antes de que se formara la Vía Láctea, hace 10 000 millones de años.
Ay, fue una buena lección en perspectivas. Me sentía tan animado que abrí una ventana para contemplar el espacio. Por supuesto, no vi nada, hace mucho que no se ve un cielo estrellado sobre esta ciudad, pero no importaba, yo sabía que existía el infinito y que todo lo irracional perecerá en él.
Aproximadamente una vez por semana me acerco a un café que no está lejos de casa. Es mi café habitual. Los camareros se han acostumbrado a verme, casi me atrevería a decir que me aceptan. Me siento en una mesa pequeña y me tomo tres o cuatro jarras de cerveza; así paso toda la velada. De vez en cuando, algunos de los clientes habituales me saludan porque me ven a menudo, lo cual encuentro muy alentador. Alguno que otro me habla, pero se trata siempre de alguien tan borracho que no sabe muy bien lo que hace, o de uno de esos pesados que ha sido ya rechazado en todas las demás mesas y ve en mí la última salida. Nunca los invito a sentarse, y si se sientan de todos modos, les hago marcharse.
Es un buen sitio para pasar el rato, y si pudiera permitírmelo, iría todas las noches. He soñado con ello a menudo, con acudir allí todas las noches.
Pero el otro día, la última vez que estuve, vi horrorizado que entraba mi hermano gemelo. Me agaché lo más rápido que pude e hice como si estuviera recogiendo algo del suelo, pero él ya me había visto. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com