El festival revolucionario (fragmento)Mona Ozouf
El festival revolucionario (fragmento)

"El tiempo no era sólo el marco formal en el que tuvo lugar la Revolución. Sólo hay que pararse a considerar el volumen de cajas y documentos que se explayan acerca de la cuestión del ordenamiento cronológico. Siempre es descrito como algo "grande", este compromiso Republicano fue de hecho el resultado de un ingente esfuerzo que supuso producir estos documentos. Era necesario imaginar un nueva distribución del ocio y del trabajo, para descubrir la resistencia de los hombres para los cuales la vieja semana continuaba siendo un espacio relleno de días y penurias como antes (un flujo de documentos policiales)-impuestos, enjuiciamientos, sanciones- en relación a la vinculación de dos delitos: el rechazo a trabajar los domingos y el rechazo a celebrar la festividad revolucionaria. Los tradicionales festivales, "el tiempo de gozo estipulado en la Sagrada Escritura" tenía que ser abolido; de ahí, surgieron interminables controversias con quienes se sintieron resentidos, aquéllos cuya labor consistía en fechar documentos -abogados, notarios, impresores-, que no podrían vender sus almanaques a menos que se incluyeran esos días solemnes para la multitud. El nuevo tiempo debía ser determinado por el ritmo de los festivales republicanos; por tanto la correspondencia crítica de los comisionados con los funcionarios municipales, los cuales, como hombres que carecen de dinero y en ocasiones de convicción, vieron defraudadas sus expectativas a causa de ello. El surmenage de documentos elaborados derivó en un tiempo republicano, que debería ser añadido al perenne y nació una literatura problemática del espinoso problema de coordinar los calendarios y sus variaciones en la práctica local, resignándose algunos sacerdotes a trasladar sus propias ceremonias al tiempo de la década, mientras que otros compañeros en otros cantones declinaron hacerlo. Esta distorsión supuso una fuente inagotable de peleas y los cambios en el calendario fueron presentados irónicamente como si fueran una simplificación. "


El Poder de la Palabra
epdlp.com