El poder de los sin poder (fragmento)Vaclav Havel
El poder de los sin poder (fragmento)

"Un espectro atemoriza a la Europa oriental: en Occidente lo llaman «disidencia».
Este espectro no ha llovido del cielo: es una manifestación natural y una consecuencia inevitable de la fase histórica que atraviesa actualmente el sistema al que ese espectro atemoriza. Es decir, lo ha creado el hecho de que una parte de este sistema no puede ya, desde hace tiempo y por mil motivos, seguir basándose en la mera y brutal arbitrariedad de un poder que excluye cualquier manifestación no conformista y que, por otra parte, ha llegado a un punto de tal inmovilismo político que no permite que a la larga estas manifestaciones se afirmen en el ámbito de sus estructuras oficiales.
Pero, ¿quiénes son en realidad estos llamados «disidentes»? ¿De dónde nace su postura y qué sentido tiene? ¿Cuál es el sentido de esas «iniciativas independientes» en torno a las que los «disidentes» se congregan y qué oportunidades reales tienen tales iniciativas? Al referirse a su actuación, ¿es adecuado emplear el concepto de «oposición»? Si es así, ¿en qué consiste realmente —en el ámbito de este sistema— semejante «oposición», cómo actúa, qué papel representa en la sociedad, qué espera y qué puede esperar? Como hombres que están fuera de cualquier estructura del poder y en una situación de «ciudadanos de segunda», ¿tienen los disidentes las fuerzas y la posibilidad para influir de algún modo en la sociedad y en el sistema social? ¿Pueden, en definitiva, hacer algún cambio?
Creo que una reflexión sobre estos interrogantes —es decir, una reflexión sobre las posibilidades de los «sin poder»— no es viable sino mediante una reflexión sobre el carácter del poder en la situación en la que estos «sin poder» actúan.
Comúnmente al sistema de gobierno de nuestro país se le caracteriza como una dictadura, la dictadura de una burocracia política sobre una sociedad igualitaria.
Me temo que ya esta misma definición —aunque comprensible en otros aspectos— acabe por confundir más que aclarar el carácter real del poder en este sistema.
¿Qué es lo que, en definitiva, nos imaginamos bajo este concepto?
Yo diría que es un concepto tradicionalmente ligado en nuestra conciencia a la imagen de un grupo determinado, relativamente restringido, de personas que en una país toma a la fuerza el poder sobre la mayoría de la sociedad, que basa abiertamente su poder en los medios autoritarios de que dispone y que, de un modo relativamente fácil, puede ser distinto de la mayoría dominada. A esta idea «tradicional» o «clásica» de la dictadura, le corresponde intrínsecamente el postulado de su provisoriedad, de su brevedad e inestabilidad; su existencia se presenta estrechamente ligada a la vida de las personas que la han instaurado; de ordinario se trata de un hecho de alcance y significado locales y, por mucho que tal dictadura se legitime con esta o aquella ideología, su poder deriva sobre todo del número y equipamiento de sus soldados y de sus policías. Por tanto, su riesgo mayor es la posibilidad de que se alce alguien mejor dotado bajo este aspecto y que sustituya al grupo en el poder. "



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