Cae la noche tropical (fragmento)Manuel Puig
Cae la noche tropical (fragmento)

"Sigo. Ella en el almuerzo ya estuvo mucho mejor, se pudo concentrar en la discusión y después la sesión empezó muy bien. Eran tres exposiciones de veinte minutos cada una, seguidas de media hora de discusión. Ella habló y lo que dijo interesó mucho a todos. Pero el tercero en hablar, un venezolano, iba ya en treinta y cinco minutos en vez de veinte cuando la presidenta de la mesa lo interrumpió. Ahí está Silvia se puso a temblar, porque no iba a entrar todo el programa en la hora y media disponible. El venezolano insistió en que tenía que completar su exposición, en cinco minutos más, que fueron quince. Y ahí ya eran las cuatro y media casi. La pobre estaba hecha una pila de nervios, tenía ganas de matar al venezolano, que además no había dicho nada nuevo, y se había dedicado más atacar a un español que había hablado esa mañana, en fin, la cosa iba mal, porque la discusión posterior a las ponencias había que hacerla. Y ella no se animaba a decir que no tenía tiempo, porque la esperaba su candidato en la pieza. Pero la providencia intervino, el encargado del servicio de comedor entró a las cuatro y media en punto y dijo que tenía que preparar las mesas para el café de la tarde, como le dicen ellos, que nosotros diríamos el té. Y hubo una pequeña discusión, pero todo quedó para esa noche después de la cena, los que quisieran presentarse, y ella corrió a la pieza. Pero al pasar frente al barcito, al lado de la recepción lo avistó. Estaba tomándose algo, no me acuerdo qué me dijo, pero café no sería porque en ese barcito no lo sirven, ¿o con el asunto del congreso estaría todo cambiado? Cuando yo estuve café ahí no servían, la cuestión es que él estaba bien afeitado, con toda la ropa recién cambiada. Y se fueron enseguida a la pieza. Detalles de eso no me dio. Y a las cinco y algo él ya se fue para no perder la lancha. Ella lo acompañó hasta el embarcadero. Y esa segunda sesión según ella fue excelente, no hubo nadie que se pasara de la medida porque se hizo un anuncio sobre eso, pidiendo respetar los turnos. Y a la noche cenó con la portuguesa, que le resultó una compañía excelente. "


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