Elegías (fragmento) Propercio
Elegías (fragmento)

"Me parecía, en la muelle sombra del Helicón recostándome, do el agua del corcel de Belerofonte fluye, que, Alba, los reyes tuyos, y de los reyes tuyos los hechos, tan gran obra, podían cantar las cuerdas mías. Y mis parvos labios acercaba a las fuentes tan magnas de donde el padre Enio antes bebió sediento, y cantó a los Curios hermanos y los pilos de Horacios, y en la nave Emilia llevados, trofeos regios, y las triunfales demoras de Fabio y la pugna siniestra de Canas, y los dioses vueltos a votos píos, y, haciendo huir a Aníbal de la sede romana, los Lares, y que fue, por la voz de un ganso, salvo Jove, cuando, mirándome Febo desde el árbol Castalio, así dijo junto al antro, apoyado en su dorada lira:
“¿Qué, demente, hay para ti con tal río? ¿Quién que tocaras el trabajo del carmen heroico te ha mandado?
No, de aquí, alguna fama por ti debe esperarse, Propercio: por parvas ruedas, muelles prados gastarse deben, para que en el escaño sea, a menudo, arrojado tu libro que esperando a su amante, la niña sola lee. ¿Por qué tu página se fue lejos del giro prescrito? La barca de tu ingenio no debe ser gravada.
Que un remo roce las aguas; otro, para ti, las arenas; serás salvo: está, a medio mar, el tumulto máximo. "



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