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: : : : : Diana Abgar - Anahit Aghabekian : : : : :
Diana Abgar - Anahit Aghabekian - Armenia | 1859-1937 |  |
Escritora armenia nacida en Rangún, Birmania, actual Yangón, Myanmar. Su padre era un armenio indio de primera generación que había emigrado allí de niño con sus padres desde Nueva Julfa, Irán. Su madre era de la familia de Tadeos Avetum de Shiraz, otra ciudad histórica de Irán. Era la menor de los siete hijos de la familia. Creció en Calcuta, donde recibió su educación en una escuela de convento y hablaba con fluidez armenio, inglés e indostánico. Se casó con Michael Abgar, también con raíces en Nueva Julfa, Irán, en 1889 en Rangún, Birmania, trasladándose a vivir a Yokohama, Japón, dos años después. Tras la inesperada muerte de su marido en 1906, Diana asumió la pesada carga de dirigir el negocio de él y criar a sus tres hijos. Con el paso de los años, su hijo tomó las riendas del negocio familiar, lo que le permitió a Diana dedicarse a su labor literaria, humanitaria y diplomática. Colaboró con diversas revistas, entre ellas Armenia, posteriormente Nueva Armenia, The Japan Advertiser, Japan Gazette y Far East. Se convirtió en la defensora de los oprimidos y sus causas. Escribió extensamente sobre la condición de los armenios en el Imperio Otomano en un esfuerzo por concienciar al mundo, enfatizando el deber moral de Occidente de salvar a la nación armenia, el "Pequeño Aliado" durante la I Guerra Mundial, de la aniquilación total. En 1920, ya había publicado más de nueve libros dedicados al Genocidio Armenio, las relaciones internacionales, el impacto del imperialismo en los asuntos mundiales y la paz mundial. Fue una defensora de la causa de los pueblos oprimidos, principalmente de sus hermanos desamparados, refugiados y supervivientes del Genocidio Armenio que habían llegado a Japón. Las memorias de los refugiados de ese período son testimonio del coraje y la devoción de Diana, un ángel de esperanza y una benevolencia incondicional. Escribió cartas a reyes, reinas y gobiernos contemporáneos sobre la difícil situación, las persecuciones y los asesinatos despiadados. El genocidio de su raza y la pobreza imperante de los supervivientes en toda Turquía, implorando a un mundo sordo y ciego. En 1920, Japón se convirtió en una de las primeras naciones en reconocer la independencia de la República de Armenia, principalmente gracias a los esfuerzos de Diana. Además de sus funciones diplomáticas, facilitó su labor en favor de los refugiados armenios que buscaban cobijo en tierras lejanas, en particular en Estados Unidos. Mantuvo correspondencia con varias figuras internacionales. © Armenian Cultural Foundation
Textos:
Armenia traicionada (fragmento)
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