Michel Leiris

Francia | 1901-1990

Escritor y etnólogo francés cuya obra autobiográfica, en parte basada en el psicoanálisis, utiliza el lenguaje como un método de investigación. Después de una infancia burguesa en el barrio de Auteuil, en París, de una formación clásica y de breves estudios científicos, escribió sus primeros poemas, Simulacro (1924), en los que se observa la influencia de Max Jacob. Del surrealismo -movimiento al que se incorporó en 1924- retendría la importancia concedida a los sueños, al azar y a los lapsus verbales fortuitos. Su única novela, Aurora, escrita en la década de 1920 pero publicada en 1946, se desarrolla a partir de juegos de palabras basados en la homonimia: el nombre del personaje epónimo se transforma en “horrora”, “Or-aura”, “Eau-Rô-Râh”, marcas gráficas de las sucesivas metamorfosis de la heroína. En 1929, la colaboración de Leiris en la revista Documents, de Georges Bataille, supuso un enfrentamiento con Breton. Nombrado poco después secretario de una misión etnológica que lo llevó de Dakar a Yibuti entre 1931 y 1933, Leiris relató su experiencia en El África fantasma (1934), diario de viaje en el que, desengañado, se desmarcaba de una ideología oficial demasiado inspirada en la política colonial. Prosiguió sus investigaciones sobre las sociedades primitivas en el Musée de l'Homme y en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS); basó su tesis en La lengua secreta de los dogon. Leiris fue también un militante de izquierda, defensor de los desfavorecidos y de los inmigrantes, y simpatizante de las revoluciones china y cubana. Su gran obra sigue siendo su autobiografía, cuyo primer volumen, Edad de hombre (1939), escribió después de psicoanalizarse para vencer la angustia que le producía la impotencia intelectual y sexual y la obsesión por el suicidio. A ese volumen siguieron los cuatro de La regla del juego: Tabladuras (1948), Zarandajas (1955), Fibrillas (1966) y Rumor (1976), que llevan también la marca del psicoanálisis en la importancia que se le concede a la sexualidad. Sustituyendo la narración cronológica por una escritura sinuosa que emplea mucho los juegos de palabras y los lapsus, la autobiografía de Leiris está influida también por sus comienzos surrealistas, al tiempo que basa su método de trabajo en la etnología (fichas, ordenación posterior) y hace hincapié en la importancia de lo sagrado para evocar la experiencia personal. Ésta, siempre vinculada al mito, tiene vocación universal. © M.E.

Textos:

Edad de hombre (fragmento)