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: : : : : Vladimir Lenin - Vladímir Ilich Uliánov : : : : :
Vladimir Lenin - Vladímir Ilich Uliánov - Rusia | 1870-1924 | |
Revolucionario y teórico político ruso, fundador del Estado que se convertiría en la Unión Soviética y presidente del primer gobierno establecido tras la Revolución Rusa de 1917. Lenin, cuyo verdadero nombre era Vladímir Ilich Uliánov, nació en Simbirsk (ciudad que, desde 1924 hasta 1991, se denominó Uliánovsk en su honor) el 22 de abril de 1870, y era hijo de un funcionario. El primer incidente que alteró la tranquilidad de su juventud se produjo en 1887, cuando la policía arrestó y ejecutó a su hermano mayor Alexandr por haber participado en una conspiración para asesinar al zar Alejandro III. Lenin se matriculó en la Universidad de Kazán ese mismo año, pero fue expulsado al poco tiempo por participar en actividades revolucionarias radicales y se trasladó a la hacienda de su abuelo, situada en la localidad de Kokushkino. Durante este primer retiro (1887-1888) estudió las obras clásicas del pensamiento revolucionario europeo, especialmente El capital de Karl Marx, y no tardó en declararse seguidor de la ideología de este pensador. Pasado algún tiempo, fue admitido en la Universidad de San Petersburgo y terminó sus estudios de derecho en 1891. Ingresó en el Colegio de Abogados y comenzó a ejercer su profesión en la ciudad de Samara, a orillas del Volga, defendiendo a personas sin recursos, hasta que regresó a San Petersburgo en 1893. En 1895 participó en la fundación de la Unión para la Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera de San Petersburgo. La policía no tardó en arrestar a los líderes de esta organización. Tras pasar quince meses en la cárcel, junto a una de sus compañeras, Nadiezhda Konstantinovna Krúpskaia —que pronto se convertiría en su esposa—, Lenin fue deportado a Siberia hasta 1900. Después de este primer destierro allí, huyó a Suiza, donde fundó el periódico Iskra (La chispa) en colaboración con Gueorgui Valentínovich Plejánov, L. Mártov y otros marxistas. Esta publicación se convirtió en un instrumento eficaz de cohesión entre los socialdemócratas y contribuyó a la incorporación de nuevos miembros al movimiento. Lenin escribió su principal obra de teoría política, ¿Qué hacer? (1902), mientras se encontraba en el exilio. Su proyecto para la revolución se basaba en la existencia de un partido sometido a una férrea disciplina, compuesto por revolucionarios preparados para actuar como “vanguardia del proletariado” y conducir a las masas trabajadoras a una inevitable victoria frente al absolutismo zarista. La insistencia de Lenin en la importancia de la profesionalidad de los dirigentes revolucionarios dividió a los miembros del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), y en su II Congreso (1903) las diferencias se hicieron más profundas. El grupo liderado por Lenin fue el que obtuvo la mayoría, de ahí el nombre de bolchevique (‘mayoría’ en ruso), mientras que la oposición era conocida como sector menchevique (‘minoría’ en ruso). Las disputas entre ambos grupos dominaron la política del partido hasta la I Guerra Mundial.
Lenin pasó en Europa la mayor parte del periodo anterior a 1917. Regresó a Rusia durante la Revolución de 1905, pero se vio obligado a abandonar nuevamente el país en 1907 ante la misma falta de apoyo que acabó con la insurrección. Los años que pasó en Europa fueron amargos y difíciles. Lenin y los mencheviques se acusaban mutuamente de ser responsables del fracaso de la revuelta y muchos de sus más brillantes discípulos abandonaron sus filas. Fue en esta época cuando escribió su principal tratado filosófico titulado Materialismo y empirocriticismo (1909). La ruptura definitiva con los mencheviques tuvo lugar en la Conferencia de Praga celebrada tres años después, en la que los mencheviques fueron excluidos del POSDR. Cuando estalló la I Guerra Mundial en 1914, Lenin se opuso a la intervención de Rusia en el conflicto alegando que supondría una lucha fratricida entre los obreros de toda Europa en beneficio de la burguesía y alentó a los socialistas a “transformar la guerra imperialista en una guerra civil”. Expuso y sistematizó la concepción marxista de la guerra en El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916), en donde defendía que únicamente una revolución que destruyera al capitalismo podría proporcionar una paz duradera.
La Revolución Rusa de marzo de 1917 (febrero según el calendario juliano) que derrocó al régimen zarista fue un acontecimiento que Lenin no había previsto, pero consiguió introducirse en el país en un tren procedente de Alemania. Su espectacular llegada a Petrogrado (el nombre con el que fue rebautizada San Petersburgo) se produjo un mes después de que los obreros y soldados hubieran derribado al zar. Los bolcheviques de Petrogrado, entre los que se encontraba Iósiv Stalin, estaban de acuerdo en que los representantes del Ejército y de los soviets (juntas) de trabajadores respetaran al Gobierno Provisional que se había establecido, pero Lenin rechazó esta línea de actuación. En las llamadas Tesis de abril alegó que sólo los soviets podían satisfacer las esperanzas, aspiraciones y necesidades de los trabajadores y el campesinado. El Congreso del partido bolchevique aceptó el programa de Lenin bajo el lema “todo el poder para los soviets”, considerando la revolución de marzo como la fase burguesa que había de preceder a la inaplazable revolución proletaria. Después de un fallido levantamiento de los trabajadores en julio de 1917, Lenin pasó en Finlandia los meses de agosto y septiembre ocultándose del Gobierno Provisional. Durante ese tiempo plasmó su concepción del auténtico gobierno socialista en el ensayo El Estado y la revolución, su aportación más importante a la teoría marxista, en el que abogaba por la necesidad de la “dictadura del proletariado” como elemento de superación del Estado basado en la dominación de unas clases por otras. Asimismo, solicitó en repetidas ocasiones al Comité Central del partido que promoviera una rebelión armada en la capital. Finalmente su plan fue aprobado y puesto en práctica el 7 de noviembre (el 25 de octubre según el calendario juliano).
Pocos días después de la revolución bolchevique de noviembre (octubre), Lenin fue elegido presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo (jefe de gobierno) y tomó las medidas oportunas para consolidar el poder del nuevo Estado soviético. No se nacionalizaron las empresas privadas, a excepción de los bancos, y Lenin ideó un programa para el establecimiento del socialismo y evitó la apariencia de un régimen de partido único mediante la inclusión del Partido Socialista Revolucionario en su gobierno. El principal interés de Lenin era defender el poder conseguido por los soviets frente a sus detractores del interior y el exterior del país; actuando en consonancia con este criterio, aceptó los onerosos términos de la Paz de Brest-Litovsk. Sin embargo el joven régimen soviético tuvo que pagar el alto precio de una guerra civil (1918-1921) provocada por quienes consideraban amenazados los privilegios que tenían durante el régimen zarista, que contaban con el apoyo de potencias extranjeras. Gracias a la labor del Ejército Rojo, creado y organizado por Liev Trotski, el régimen soviético salió triunfante de este enfrentamiento. Cuando terminó el conflicto, Lenin instauró la Nueva Política Económica (NEP), que suponía aceptar la economía de mercado en la Unión Soviética y restableció la sociedad pluralista que había existido durante los primeros tiempos del régimen; no obstante, exigió la prohibición del multipartidismo e insistió en el principio de que un sólo partido controlara el poder. La primera de las tres apoplejías que sufrió Lenin en mayo de 1922 le dejó incapacitado para cumplir con las obligaciones de su cargo. Aunque mostró alguna mejoría, nunca volvió a desempeñar un papel activo en el gobierno o en el partido. Se había recuperado parcialmente a finales de 1922, pero sufrió un segundo ataque en marzo de 1923 en el que perdió el habla. Concluía así definitivamente su carrera política. Falleció el 21 de enero de 1924 en la localidad de Nizni Nóvgorod, situada en las proximidades de Moscú. Lenin fue el verdadero teórico de la Revolución Rusa, permitiendo que los bolcheviques alcanzaran la victoria y se mantuvieran en el poder. Sus biógrafos y críticos interpretan su pensamiento de diferentes formas. Mientras que unos aprecian una continuidad entre las ideas de Lenin y las de Stalin, otros hacen hincapié en la Nueva Política Económica, de la que fue partidario en los últimos años de su vida. La mayoría de los estudiosos coinciden en que fue el líder revolucionario más importante de la Europa del siglo XX. © M.E.
Textos:
El Estado y la revolución (fragmento)
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